martes, 28 de abril de 2009

actividad 8

Papel de la CEPAL y el FMI en el desarrollo economico de America Latina 2005 a 2008

5 comentarios:

  1. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) fue establecida por la resolución 106(VI) del Consejo Económico y Social, del 25 de febrero de 1948, y comenzó a funcionar ese mismo año. En su resolución 1984/67, del 27 de julio de 1984, el Consejo decidió que la Comisión pasara a llamarse Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

    tomado de:http://www.eclac.org/

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  2. Hola Maria Fernanda.

    En Colombia la CEPAL, trabaja de la mano con FESCOL, organizando seminarios alrededor de las negociaciones comerciales de Colombia.

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  3. El Fondo Monetario Internacional es una organización internacional; sus países miembro se han obligado por contrato, a cumplir determinadas reglas, a cooperar en cuestiones de política monetaria internacional y de flujos de fondos y a cooperar financieramente entre sí para superar déficits en la balanza de pagos. De esta manera se quiere cooperar con el crecimiento del comercio internacional y así lograr un elevado nivel de empleo y de ingreso real. La fundación del FMI tuvo mucho que ver con la fundación simultánea del Banco Mundial, su organización hermana para la financiación del desarrollo.

    En general, el FMI se encarga de velar por la estabilidad del sistema monetario y financiero internacional (el sistema de pagos internacionales y tipos de cambio entre las monedas nacionales que hace factible el comercio entre países). Las actividades del FMI buscan fomentar la estabilidad económica y prevenir las crisis, ayudar a resolver las crisis cuando éstas se producen, y fomentar el crecimiento y aliviar la pobreza. Para lograr estos objetivos, el FMI emplea tres mecanismos principales: la supervisión, la asistencia técnica y la asistencia financiera.

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  4. Sus fines son evitar las crisis en los sistemas monetarios, alentando a los países a adoptar medidas de política económica; como su nombre indica, la institución es también un fondo al que los países miembros que necesiten financiamiento temporal pueden recurrir para superar los problemas de balanza de pagos. Otro objetivo es promover la cooperación internacional en temas monetarios internacionales y facilitar el movimiento del comercio a través de la capacidad productiva.1
    Desde su fundación promueve la estabilidad cambiaria y regímenes de cambio ordenados a fin de evitar depreciaciones cambiarias competitivas, facilita un sistema multilateral de pagos y de transferencias para las transacciones, tratando de eliminar las restricciones que dificultan la expansión del comercio mundial. Asimismo, asesora a los gobiernos y a los bancos centrales en el desarrollo de sistemas de contabilidad pública. En resumen:
    • Promover la cooperación monetaria internacional.
    • Facilitar la expansión y crecimiento equilibrado del comercio internacional.
    • Promover la estabilidad en los intercambios de divisas.
    • Facilitar el establecimiento de un sistema multilateral de pagos.
    • Realizar préstamos ocasionales a los miembros que tengan dificultades en su balanza de pagos.
    • Acortar la duración y disminuir el grado de desequilibrio en las balanzas de pagos de los miembros.
    • Aunque en la práctica, ninguna de sus funciones se ha podido palpar en la realidad, su inclinación a favorecer las privatizaciones, reducir el gasto del gobierno (sobretodo el social) e imponer el conocido como consenso de Washington le ha fraguado no pocas críticas y antipatías por parte de países severamente afectados por la imposición de sus políticas neoliberales. Además de servir como lanzadera para el inicio de golpes de Estado a gobiernos democráticamente electos, sus tentáculos inertes han podido evidenciar sus oscuros vínculos con el neoconservadurismo estadounidense.

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  5. La economía Latinoamericana se benefició de exportaciones considerables, del fuerte crecimiento económico de sus socios comerciales y de las buenas condiciones financieras globales. Pero el éxito de la región también se benefició de políticas internas adecuadas; los saldos fiscales y externos son mucho más sólidos que en las expansiones anteriores; muchos países tienen tasas cambiarias flexibles, lo cual debería serles de ayuda para una mejor absorción de los shocks que pudieran sobrevenir; las regulaciones, así como la supervisión bancaria, han mejorado; los bancos centrales están teniendo una independencia creciente y han establecido credibilidad en el combate contra la inflación, permitiendo tasas de interés reales más bajas, lo cual sustenta al crecimiento.

    A pesar de este buen comportamiento, los niveles de pobreza siguen siendo excesivamente altos y la distribución de los ingresos sigue siendo excesivamente desigual en muchos países. Como resultado de ello, los votantes continúan insatisfechos de los resultados económicos y las políticas que los produjeran, lo cual se suele asociar con el Consenso de Washington y particularmente con el FMI.

    Se percibe al FMI como perdiendo relevancia en dos dimensiones. Primero, un buen comportamiento macroeconómico ha significado que la mayoría de los países de la región ya no tengan programas con el FMI y la mayoría de los gobiernos buscan al Fondo como asesor significativo en materia de políticas. En segundo lugar, la propia considerable magnitud de los mercados de capital privados y el volumen de los shocks sobre la cuenta de capital en comparación con los recursos del FMI, ha traído aparejado que muchos analistas consideren que el FMI habrá de tener un papel limitado en la resolución de futuras crisis.

    El Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF) tiene una marcada discrepancia con el concepto de que el FMI, se haya vuelto irrelevante. En primer lugar en un mundo crecientemente integrado desde el punto de vista financiero, hay necesidad de que los países cooperen con el fin de promover la estabilidad monetaria y financiera. A pesar de todas sus imperfecciones, las instituciones multilaterales constituyen el vehículo adecuado para organizar dicha cooperación.

    En segundo lugar, aun cuando el FMI carece del mandato y de la capacidad financiera necesaria para enfrentar un momento de apremio en la liquidez sistémica, actuando como prestamista de última instancia en los mercados mundiales de capital, puede sin embargo tener un papel primordial en la estabilización de países individuales afectados por una escasez de liquidez internacional. En tercer lugar, como ya ha ocurrido, cuando una contracción en materia de liquidez global desestabiliza simultáneamente a un gran número de economías emergentes cuyos requerimientos financieros exceden los recursos disponibles del FMI, la acción coordinada de los gobiernos de los países industriales resulta esencial. En dicho contexto el FMI con sus profundos conocimientos de los países afectados constituye el vehículo apropiado para canalizar dicha asistencia. Cuarto, los recursos del FMI pueden complementarse mediante un auto-seguro por parte de cada uno de los países.

    Desde la perspectiva de Latinoamérica, nunca se destacará lo suficiente la importancia de contar con una institución global tal como el FMI, a cargo de promover la estabilidad económico financiera. La relativa pequeñez de los mercados financieros internos de Latinoamérica, la dolarización penetrante del pasivo y una cuenta de capital abierta, hacen que sean sumamente vulnerables ante todo cambio en materia de liquidez global que afecte a las economías de mercado emergentes.

    El FMI debería convertirse en una institución más enfocada, concentrándose en sus responsabilidades primarias – es decir, política monetaria y de tasa cambiaria, sustentabilidad fiscal, nivel y estructura de la deuda pública, fortaleza del sistema bancario interno. El involucrarse en aspectos tales como nivel y composición de gastos de los gobiernos, reformas estructurales que no involucren responsabilidades primarias y aspectos relacionados con la pobreza y la distribución de los ingresos, hacen que los esfuerzos y recursos del FMI se encaucen hacia aspectos que pueden bien ser tratados con mayor eficacia por parte de otras organizaciones internacionales o que sería mejor que quedaran librados a la decisión de los procesos políticos de cada país.

    Siguiendo esta línea, el Comité endosa los esfuerzos que se están realizando para colocar los aspectos financieros dentro del núcleo de trabajo del FMI, con el fin de integrar los aspectos financieros y macroeconómicos en su trabajo analítico. En particular, el Comité recomienda que el FMI desarrolle análisis que permitan una mejor comprensión y medición de los riesgos de contagio derivados del alto nivel de integración de las economías latinoamericanas con los mercados internacionales de capital.

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